Editoriales contraatacan argumentos de desestimación de Anthropic en caso de propiedad intelectual.
A poco más de un mes del enfrentamiento entre las principales editoriales de música y Anthropic ha alcanzado una nueva fase de intensidad. La demanda que gira en torno a la presunta infracción de derechos de autor relacionada con el proceso de entrenamiento del modelo de IA Claude se ha visto recientemente un renovado intento por parte del gigante de la inteligencia artificial para lograr la desestimación del caso.
Las editoriales demandantes, que incluyen a gigantes como Concord y UMPG, han intensificado su batalla legal con una presentación de 33 páginas en la que refutan los últimos intentos de desestimación de Anthropic. Este caso que comenzó con la acusación de que el modelo de IA de Anthropic había utilizado letras de canciones protegidas sin permiso durante su entrenamiento. Ha sido un complicado tira y afloja legal desde sus inicios.
Las editoriales de música sostienen que el chatbot Claude ha proporcionado letras de canciones en sus respuestas, lo que, según ellos, constituye una «masiva infracción de derechos de autor». Argumentan que esta infracción no solo ayuda a Anthropic a generar ingresos, sino que también atrae a usuarios hacia sus productos. En respuesta, Anthropic ha buscado una medida cautelar preliminar que bloquearía el uso continuo de letras en sus respuestas y en futuros entrenamientos. Sin embargo, a medida que el caso avanza, la compañía ha intentado desestimar el litigio en varias ocasiones, un movimiento que las editoriales han calificado como inoportuno e inapropiado.
El mes pasado, Anthropic presentó una moción de desestimación, que las editoriales han criticado por ser prematura. Argumentan que esta moción fue presentada antes de que Anthropic respondiera formalmente a la demanda, lo que, según ellos, contraviene las Reglas Federales del proceso legal. Las editoriales han señalado que la compañía de IA, respaldada por Amazon, está intentando obtener una ventaja en el litigio al priorizar la resolución de la moción de desestimación sin haber abordado primero la demanda en su totalidad.
La respuesta de las editoriales enfatiza que cuando Anthropic finalmente responda a la demanda, tendrá que admitir hechos que ha evitado reconocer hasta ahora. Entre estos hechos, las editoriales afirman que Anthropic copió las letras de canciones durante el entrenamiento de Claude y no tomó medidas para eliminar dichas letras, a pesar de tener la capacidad para hacerlo. Este punto es crucial para las editoriales, ya que podría demostrar la responsabilidad directa de Anthropic en la infracción de derechos de autor.
Un enfrentamiento legal que es crucial.
Las editoriales también han atacado los argumentos específicos presentados en la moción de desestimación de Anthropic, la compañía de IA ha solicitado que se descarten todos los reclamos excepto el que involucra la infracción directa. Sin embargo, las editoriales sostienen que no están obligadas a proporcionar detalles específicos sobre cada instancia de infracción para que su demanda sea válida, argumentan que es suficiente con alegar que los modelos de IA de Anthropic responden a consultas de usuarios que buscan letras protegidas por derechos de autor, incluidas consultas de los investigadores de los demandantes.
Además, las editoriales destacan que la desestimación sería particularmente inapropiada en este caso ya que aún no han tenido acceso a información clave sobre qué otros terceros han solicitado letras al chatbot Claude o a las API de Anthropic. Este acceso es esencial para entender el alcance completo de la supuesta infracción y la responsabilidad secundaria de la compañía de IA.
El enfrentamiento legal entre las editoriales de música y Anthropic subraya una cuestión crucial en la intersección de la tecnología y los derechos de autor. A medida que los modelos de inteligencia artificial se vuelven más sofisticados y omnipresentes, la forma en que se entrenan y los datos que utilizan continúan siendo temas de debate legal. Este caso no solo podría establecer precedentes importantes para la industria de la música y la IA, sino que también podría tener implicaciones amplias para la manera en que se manejan los derechos de autor en un mundo cada vez más digitalizado.
Con el litigio en curso y las tensiones en aumento, la resolución final de este caso será esperada con gran interés por todas las partes involucradas. Mientras tanto la batalla legal sigue su curso, recordándonos que la convergencia entre la tecnología y la propiedad intelectual está lejos de ser un tema resuelto.